El deseo de practicar deportes - no hay nada que interfiera
No hay límite para la alegría y la felicidad de las victorias
Las ramitas ya están desnudas y no hay hojas en ellas
La ciudad está destruida, no hay nadie vivo, vivo solo y el viento todavía
No hay dueños y estoy cansado, acostado en el césped
No hay muchas golosinas, sonríes y cantarás el corazón